22 de des. 2012

NOCHE DE PAZ….



“Con la concordia crece lo más pequeño, con la discordia se arruina lo más grande”

Si hacemos recapitulación de Las paces que hoy promovemos, podríamos enumerar un largo etc…………de conflictos políticos, sociales, familiares, personales que nos hacen distanciarnos cada día un poco más de la PAZ. En estas Navidades y recordando el Villancico “Noche de Paz” que nos indica cómo pararon la lucha en plena guerra para celebrar la Nochebuena, que menos que parar y pensar que significa para cada uno de nosotros La Paz, que sucesos de nosotros mismos y de nuestro entorno y qué relaciones nos la hacen sentir y disfrutarla más. 

Si las personas somos seres individuales, sociales por naturaleza, que evolucionamos en base a la relación que establezcamos con nuestro entorno, ¿en qué nos iremos convirtiendo si nuestro alrededor lo percibimos incierto, amenazante, triste…?. 

Si realizamos un recorrido por nuestros pensamientos y acciones diarias ¿nos sentimos la mayoría de las veces tranquilos o pueden con nosotros situaciones de tensión que acaban desarrollando conflicto con uno mismo o con las personas que nos rodean?

¿Qué hacemos individualmente para acercarnos a la Paz?

Pensemos en La Paz como una habilidad individual  que nos permite estar tranquilos y sosegados, que esta virtud de poner tranquilidad en nuestro estado de ánimo la hacemos pública oponiéndonos a las situaciones de conflicto o lucha, y la podemos practicar poniendo en marcha la tranquilidad y buena correspondencia de unos con otros.

Me parece que uno de los tantos defectos que hemos ido asumiendo como personas evolucionadas ha sido perder el control de las cosas que suceden a nuestro alrededor y que atribuimos fuera de nosotros el poder de mejorar, nos quedamos como espectadores de lo que va sucediendo como cuando nos ponemos delante del televisor y vemos pasar sucesos escalofriantes día tras día….y vamos endureciéndonos mientras vivimos otro caso de violencia doméstica, otro asesinato entre familiares, otro altercado entre compañeros de trabajo, otro ataque a inmigrantes...no todo lo que sucede queda fuera de nuestra acción, muchas de las tensiones que nos alejan de la paz están en nuestras manos porque nos suceden en nuestras familias, con nuestros amigos, en nuestro trabajo…
Los efectos que producen en las personas los conflictos, la violencia… nos suponen un trauma por el riesgo de haber estado en situación de perder la vida, los esfuerzos en estos casos son a posteriori, y se pide ayuda a los profesionales para superarlo y continuar llevando una vida más o menos normal…demos un cambio de perspectiva  a los conflictos en los que si podamos actuar, y eduquemos en promover más la armonía entre nosotros.

Mi propuesta de reflexión-acción es que hoy probemos poner un poco de Paz, de qué formas la puedes poner en práctica primero contigo mismo siendo respetuoso con tus necesidades y derechos, sin olvidar que los demás también tienen sus necesidades y derechos como personas, esta ya es una tarea complicada; luego traslada esto a los más cercanos a ti , a tus padres, a tus hijos, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo, a tus jefes… y empieza a practicar …quizás lleguemos a entender que la habilidad de sentir paz, armonía, sentido común se ha de practicar para aprenderla; Y una vez la aprendamos, podamos sentirnos más cerca unos de otros. 
Probemos la Paz, por más de una noche…

Patricia Catalá
Orienta psicólogos




20 de des. 2012

UN GESTO DICE MÁS QUE MUCHAS PALABRAS

Dentro de los diversos tipos de comunicación no verbal, y a pesar de su potencial, la comunicación táctil es una de las que menos se prodiga. Tocar y que nos toquen, además de un estímulo placentero, es una necesidad. A medida que crecemos nos vamos construyendo como personas en la interacción humana, forjando nuestra autoestima y sociabilidad. Y el vehículo que utilizamos para ello es la comunicación, tanto verbal como no verbal. 

Cuando somos bebés, no manejamos las palabras porque todavía no hemos aprendido a hablar, utilizando en nuestro aprendizaje el lenguaje no-verbal: el contacto físico, la proximidad o distancia, el llanto, la risa, los gestos.... Conforme pasan meses y años aprendemos y usamos el lenguaje verbal, que acabará predominando en nuestras comunicaciones. Pero las palabras no pueden sustituir al lenguaje no-verbal, porque éste nos aporta un desarrollo emocional y sentimental que no está al alcance de las palabras.

Las manos son uno de los instrumentos comunicadores. La necesidad de tocarnos, y de que los afectos más o menos íntimos utilicen para su expresión el lenguaje de las caricias, los abrazos, los saludos, las palmaditas... los especialistas en relaciones humanas han comprobado que, quienes durante su infancia no recibieron caricias de sus padres son más proclives a mostrar dificultades para dar o recibir afecto, a mantener una postura corporal rígida y a las limitaciones para expresar su emotividad. Asimismo, manifiestan una tendencia a evitar el contacto físico con los demás, a verlo como algo inapropiado o "sucio". Estas personas son vistas como personas distantes, "frías". Al parecer, estas personas evidencian también una dificultad mayor del a habitual para sentirse queridas y aceptadas por lo demás. Esta incapacidad puede conllevar problemas en el manejo de sus habilidades de comunicación y en la gestión de la agresividad que todos llevamos dentro. En lo que respecta al contacto táctil, nos movemos no desde esa necesidad comunicativa sino desde pautas impuestas que asumimos como otras tantas convenciones sociales. Sabemos que tenemos que guardar ciertas formas pero hemos que asumir que tocar a los demás es mostrar nuestra capacidad de amar y mostrar aprecio, cercanía y compresión a quienes nos rodean. Es necesario para nuestra salud física y emocional, siendo imprescindible para asentar nuestra autoestima porque no sólo deseamos saber que somos queridos, también necesitamos sentirlo, porque ese estímulo sobre nuestra piel significa la ratificación de las palabras, mediante los besos, las miradas.... 

Tocar y ser tocados es una habilidad que se aprende con la práctica, que a su vez nos permitirá distinguir el toque tierno y cariñoso del curativo, del consolador, del que nos transmite seguridad o de ese otro de carácter abierta o sugerentemente sexual. El "hambre de piel" es un apetito emocional que necesita ser saciado, un deseo que debemos intentar satisfacer siempre respetando al otro.

Patricia Catalá
Orienta psicólogos

19 de des. 2012

Te organizas bien, o eres del que grita ¡NO TENGO TIEMPO!



¡No tengo tiempo!  Parece ser el grito de la mayoría de nosotros porque actualmente estamos asediados por demasiadas cosas, y quizás deberíamos analizar que significado tienen en nuestra vida.
Parece que sea una fantasía la aceleración que llevamos ahora… que si el trabajo, los niños, la casa, los compromisos, los amigos, las compras, los estudios, el ocio etc… respecto a los avances tecnológicos, ordenador, lavadora, coches, y demás máquinas más o menos inteligentes que parecen haber sido pensadas y creadas por el mismo hombre para ahorrarnos tiempo, y este ahorro verlo revertido en calidad de vida…pero ¿ha resultado ser esta nuestra inversión? Sí, en algunos de los casos…aseguramos que en pocos.
El primer esfuerzo que tenemos que hacer es reflexionar sobre las diversas formas en las que estamos ocupando nuestro tiempo, preciado tiempo, si nos sirven o si simplemente las actividades son de relleno y consumirlo para que pase….y mientras pasan las horas, pasa la vida, haciendo o no lo que queremos, siendo más o menos felices o infelices.

Muchas veces atribuimos este “mal del no tener tiempo” al trabajo, “¡claro, es que si me hubiera tocado la lotería y no me hiciera falta trabajar, entonces tendría tiempo de hacer lo que quisiera! …”

Incluso el trabajo tendría que ser una inversión de nuestro tiempo para enfocarlo en nuestra mejora y satisfacción, aprovecharlo y encontrarle sentido personal; pero parece que el enfoque dé la vuelta y quede del revés en nuestra sociedad de libre consumo, “si, de libre consumo”, El significado de las palabras “ libertad y consumir” en nuestra sociedad avanzada y de personas evolucionadas, es que tenemos cada vez más opciones , oportunidades y comodidades, que podemos consumirlas libremente, y que ante esta libertad podamos hacer uso de apoyos para ganar tiempo, pero también tenemos la libertad de poder perderlo, aunque esto debería hacerse asumiendo sus consecuencias, claro. Lo importante es ser conscientes de que lo estamos perdiendo o ganando, y que si hay alguien que quiera organizarse de una u otra forma sea la misma persona la propia gestora de su tiempo, aprendiendo a distribuírselo para mejorar su calidad de vida personal y profesional.
Propongo reflexionar sobre esta libertad de consumir nuestro propio tiempo de forma más razonable, sin autoengaños ni frustraciones, siendo cada vez más conscientes del uso que hagamos de él.
Puedes empezar pensando en:  

“lo que es importante para ti, date cuenta de que personas quieres rodearte, selecciona entre horas productivas y horas de trabajo, y utiliza la tecnología para facilitarte el trabajo, discrimina entre el ocio que te hace disfrutar y el que te aburre, renuncia diciendo no a las cosas que no te gustan ” elije y empieza a practicar…

“Si amas la vida, no desperdicies tu  tiempo, porque de eso esta hecha la vida"
Benjamín Franklin
                                                                                 
                                                                                                        

 Patricia Catalá

EL PODER DE NUESTRAS PALABRAS


El hablar se vuelve tan habitual para todos que no nos damos cuenta del poder que tienen nuestras palabras y lo desaprovechamos…el principal poder es el de COMUNICARNOS, transmitiendo nuestras apetencias, preferencias, miedos, alegrías, logros, esperanzas…pero para conseguir este gran poder de la COMUNICACIÓN …tenemos que construir antes otros pequeños poderes que están en cada uno de nosotros…

El primero: comprender nuestro propio mundo y ponerle nombre a las cosas que nos rodean, entendiéndolas y uniéndolas a los sentimientos que nos generan estas vivencias

El segundo: relacionarnos partiendo de nuestro pensamiento organizado o de este lenguaje particular que hemos elaborado en el primer paso, el de poner nuestras propias etiquetas a las experiencias que tenemos ( y recordar que no todos vivimos lo mismo por manejarnos en ambientes distintos).

El tercero: hacer que esta relación que establecemos con las personas que nos rodean sea útil, porque transmitimos nuestro propio mundo y nos damos a entender ( recordar cuando un niño es pequeño y queremos entender lo que nos dice...¿verdad que le preguntamos varias veces para ver si consigue decírnoslo?)

El cuarto: que las palabras que vienen de las personas más importantes de nuestras vidas…padres, profesores, líderes, etc…sean consistentes para cada uno de nosotros, que tengan sentido con nuestro propio mundo…..

Y el quinto Poder : las palabras anteceden al acto, el lenguaje entonces tiene el gran poder de la acción; esto significa resumiendo los demás poderes que, si comprendo mi mundo y reconozco el sentido que tienen mis propias palabras ( ideas) en mi mismo, si  intento aproximar a los demás esta individualidad de la comprensión que yo tengo del mundo a través de mis palabras, y creo en lo que digo porque lo siento y soy capaz de transmitirlo, podré hablar y actuar…hacer lo que digo y aprender a partir de lo que hago…

Estos poderes del lenguaje en muchas de nuestras situaciones cotidianas se han desvanecido, porque ya no hacemos lo que decimos, ni decimos lo que pensamos, porque muchas veces ni creemos en  lo que pensamos, ni sabemos pensar en lo que creemos, y ante tal laberinto, ¿cómo voy a transmitir lo que pienso?…IMPOSIBLE LA COMUNICACIÓN…y menos la ACCION.

Propongo a partir de esta reflexión que: pensemos más en lo que creemos,  seleccionemos nuestros pensamientos y los organicemos en nuestras mentes antes de actuar, y cuando tengamos mayor claridad en nuestras propias palabras, las escuchemos y nos las digamos varias veces, entonces sentiremos “el poder de nuestras palabras”…porque seremos capaces de actuar según nosotros mismos….



Patricia Catalá
Orienta psicólogos