26 de des. 2013

¡Regálate una Feliz Navidad!


Es cierto que las Fiestas y sus celebraciones han ido cambiando en la sociedad de unos años hacia aquí, siendo su celebración más festiva, de encuentros, regalos, etc…si en estas Fiestas pudiéramos encontrar momentos para reflexionar sobre nosotros mismos y ver hacia qué queremos dirigirnos en mejora personal y profesional, podríamos regalarnos una Feliz Navidad escuchándonos más y  cuidándonos por dentro, dedicándonos unos momentos a ver qué necesitamos, pensando sobre las formas en las que podemos darnos más humanidad, afectividad, entendimiento propio, confianza y seguridad en nosotros mismos, visión e ilusión por el futuro que tenemos por delante, asentamiento y autoafirmación de dónde estamos y porqué hemos elegido estar ahí.
 

Todos estos valores son los que necesitamos sentir en nuestro interior para estar felices con nosotros mismos, y luego a partir de ahí poder proyectar o dar esta felicidad hacia los demás, sobre todo a los que tenemos cerca y necesitan más de nosotros.

¡Feliz Navidad!
 



Patricia Catalá

orienta psicólogos

11 de des. 2013

El Rorschach en la empresa como parte del proceso de Calidad: desarrollo del personal clave


El Rorschach es una herramienta de calidad en él análisis y diagnóstico de competencias interpersonales, para ello proponemos aproximar más el Rorschach como  herramienta del desarrollo del personal clave que pone en marcha, mantiene y mejora el sistema de Calidad en la empresa.

La Calidad es una herramienta que la empresa necesita para mantener su eficacia y competitividad, en estos momentos nos encontramos que para introducir esta calidad se necesitan  profesionales que la pongan en marcha, la mantengan y supervisen en el desarrollo de todo el proceso. Estos profesionales aportan estrategia, técnica, gestión pero también han de desarrollar relaciones interpersonales para sensibilizar, implicar y motivar a las personas que están implicadas en el proceso de mejora a nivel operativo.

La prueba de Rorschach es un diagnosticador de las Habilidades directivas, técnicas y de gestión necesarias para detectar y desarrollar el talento de las personas claves en la organización identificando las competencias necesarias para implantar, desarrollar y mantener la eficiencia en la misma, como podrían ser: visión y análisis de problemas, capacidad de planificación, organización y previsión práctica, calidad en la inteligencia, dotes de liderazgo de personas, capacidad de decisión en respuestas rápidas, capacidad para trabajar en equipo y colaborar, control emocional, entre otras más.


Patricia Catalá
orienta psicólogos

22 de nov. 2013

EL PSICOLOGO DE EMPRESA

Es necesario considerar que el profesional que puede estudiar y analizar tal complejidad de las personas en la empresa es el psicólogo de empresa, especialista en la comprensión de las personas en toda su amplitud, en sus pensamientos, sentimientos y comportamientos, relacionados con la profesión y las competencias que las personas desarrollan en el trabajo que hacen.
 Como especialistas proponemos continuamente a las empresas el empezar nuestra labor analizando la globalidad, puesto que nos da una información integrada de cómo perciben la empresa las personas que la forman: jefes, técnicos, encargados, operarios, y que pretende analizar cuáles podrían ser las áreas a trabajar y desarrollar con mayor inmediatez en la organización.

 El punto clave es que la responsabilidad de mejorar es de todos, que está en nuestras manos el quehacer diario, y que por mucho que se quiera ver la empresa desde diferentes perspectivas según el puesto que se ocupe, a qué se dedique la persona o cuáles son sus responsabilidades, siempre va a llegar un momento en el que necesite el acuerdo de que todos vamos a necesitar el trabajo de todos porque cada uno aporta su parte en la que es profesional; si empezamos a partir de cómo establecer estas relaciones de comunicación, participación y colaboración posiblemente el trabajo que realicemos como psicólogos especializados en empresa sea beneficioso para la competitividad de la misma.

  El siguiente paso es que los profesionales que componen la empresa han de reconocer que posiblemente somos prescindibles como profesionales, pero imprescindibles en cómo establezcamos nuestra relación entre nosotros dentro de la empresa porque esto es más difícil de encontrar, encontrar personas que se lleven bien dentro de la empresa, que conecten y puedan colaborar eficazmente para conseguir unos resultados; esto se consigue mediante una adecuada comunicación, sentimiento propio y común, tolerancia, respeto, adaptabilidad, sociabilidad, etc… competencias necesarias también para ser un buen profesional, y que como psicólogos de empresa facilitamos su desarrollo.

                                                                                                                                       Orienta psicólogos

Patricia Catalá

8 de nov. 2013

GRACIAS a Hermann RORSCHACH

                                          
Hoy se unen en la red tres grandes descubrimientos El test de Rorschach, International Network (hoy  internet) y Google, tres grandes que han hecho cambiar el mundo con su impacto interactivo, dinámico...

En concreto hoy es día de agradecer a Hermann Rorschach que creara esta prueba para todos los profesionales que la utilizamos, y que podemos a través de ella fomentar a las personas el desarrollo que necesitan y aportarles información valiosa de sí mismos, facilitándoles su crecimiento tanto personal como profesional.
El Rorschach es para los psicólogos entre otros profesionales la prueba reina para el estudio del individuo en diversos ámbitos, y que aún en el paso de tantos años desde su creación se ha estudiado en congresos científicos y avanzado en su desarrollo y aplicación sin parar. “El Rorschach muestra así a la persona tal cuál es, dando una información más rica que cualquier otra prueba psicológica”. Jaime Fúster.  Rorschach basó su prueba en la percepción, entendiendo  esta como un proceso mental a través del cual obtenemos datos del exterior y los organizamos en nuestro interior, dando significado al mundo que nos rodea,no siendo suficiente la percepción sensorial sino también la interpretación que le damos a esta a través de nuestra memoria, atención, imaginación “ahora con muchos más conocimientos en neurología es curioso analizar ese proceso. En el cerebro las sensaciones realizan una serie de vaivenes entre las capas del cortex, cotejando anteriores patrones para cotejar lo percibido” ( Jaime Fúster, El Rorschach ida y vuelta, Congreso Virtual de psiquiatría 2008.www.interpsiquis.com).  El Rorschach analiza así esta percepción, codificándola, evaluándola y dándole una interpretación de acuerdo a la puntuación obtenida.
Es revelador darnos cuenta que la evolución de la sociedad, de las personas, del mundo tiene grandes impactos por personas concretas (genios, inventores, descubridores,etc…), que nos hacen dar un salto de golpe y nos colocan en una nueva esfera de funcionamiento, de conocimiento...
Si algún lector del ámbito profesional de la psicología, quiere empezar a conocer esta prueba, le recomiendo el libro escrito por el profesor y psicólogo Jaime Fúster Pérez, “Conocer el Rorschach” editado por Promolibro. Muchas gracias Jaime
 
Patricia Catalá
Orienta psicólogos

 

6 de nov. 2013

La calidad de vida se consigue mejorando nuestra calidad personal


 ¿Qué es la calidad de vida?... dentro de nuestra sociedad la mayoría de nosotros podemos disfrutar de una calidad en general o bienestar en nuestras vidas, esto nos hace sentirnos bien, pero para fomentar esta calidad de vida es necesario que no solo nos fijemos en lo que hemos obtenido a nivel material, sino que cualidades tenemos como personas y cómo las desarrollamos en nuestro día a día, puesto que la calidad de vida nos la dará finalmente nuestro interior…"Una persona con un buen grado de autoestima, autorrealizada o en proceso de autorrealización, es decir consciente de lo que es y de lo que quiere y satisfecha con el camino adoptado para realizarse en la vida, pudiéramos decir que es una persona de calidad".

Las personas tenemos cualidades y defectos, parece que en ocasiones solo se fijen en nuestros defectos pero podemos preguntarnos si realmente los estamos demostrando más que nuestras cualidades… ¿por qué no empezamos a demostrar más nuestras cualidades? Para esto tendríamos que identificar y proponernos desarrollarlas día a día; cualidades podrían ser, ser abierto, de confianza, activo, paciente, comprensivo, simpático, amistoso, creativo, capaz de adaptarme,  entusiasta, consciente de mi mismo, responsable…o las que tu creas que tienes o quieres tener y ¿cómo las vamos a identificar y desarrollar?

Primero ten claridad en tus objetivos: qué pretendes alcanzar, segundo desarrolla tu motivación de logro, tu fuerza, tu interés, tus deseos de conseguirlo, tercero mejora tus hábitos, enfocándolos hacia esto que quieres conseguir desarrollar, ten conciencia del uso que das en tiempo-vida…

Hay algunas preguntas que podemos hacernos para saber qué tipo de personas somos o queremos ser: ¿ tenemos propósitos en nuestra vida, o no tenemos rumbo?,¿ vivo mis creencias aprendidas sin cuestionármelas o las voy adaptando según me desarrollo? ¿reaccionamos de forma apática la mayoría de las veces o mostramos interés?,  ¿ confiamos en nosotros mismos y en los demás?, ¿ asumo como propios los deseos de los demás o confío en mis mensajes interiores y en mi intuición?, ¿ reaccionamos agresivamente ante las críticas o entramos en diálogo para saber cuál es su raiz? ¿tengo en cuenta mis dificultades para afrontarlas, o las niego y me evado de ellas?  ¿ ignoramos nuestras potencialidades y limitaciones?

A CONTINUACIÓN OS ENUMERO ALGUNAS CREENCIAS SANADORAS QUE NOS PUEDEN AYUDAR A ENFOCARNOS EN POSITIVO PARA CRECER INTERIORMENTE… Tengo el poder de sentirme bien, Puedo hacer que mi cuerpo me obedezca, El pasado no dirige ni mi presente ni mi futuro …Preocuparme no me ayuda, Lo adecuado es actuar creativamente …Sé que puedo desarrollar cualquier cualidad si lo decido… Mi tiempo es valioso y sé administrarlo…

Si decides enfocarte para conseguir tus propósitos de vida, tienes que darte empuje con tu mente (tu diálogo interno tiene que impulsarte, tiene que ayudarte).

Patricia Catalá

Orienta psicólogos
 

25 d’oct. 2013

RELACIONES DE PAREJA

En nuestras relaciones de pareja se nos complica cuando deja de existir entre nosotros el apasionamiento que en un principio había, entonces creemos que se ha perdido la chispa de la relación, y podemos caer en el aburrimiento si en la pareja no hemos fomentado el cariño y el aprecio. Si no creamos una relación basada en el afecto, cuando la intensidad del inicio termina probablemente no quede nada, pero si construimos nuestra pareja desde el cariño, el diálogo y la comprensión posiblemente nuestra pareja tenga una base más fuerte y continúe creciendo y fortificándose.

Si quieres que tu relación de pareja funcione, hay una serie de premisas que tienes que comprender e intentar llevar a la práctica.

Acepta a tu pareja tal cuál es, con sus defectos y virtudes, concédele el derecho a equivocarse, es posible que tu pareja tenga costumbres o formas de comportarse que no te agraden, en ese caso tienes el derecho de pedirle que cambie, pero no a exigírselo, él o ella modificaran ese aspecto si lo creen conveniente para acercar la relación. Si le haces una petición de cambio exprésalo desde la influencia. También tienes que conceder el derecho a que la otra persona no vea razonable aquello que le propones, y no acepte el cambio tal y cómo planteas.

Deja que tu pareja influya sobre ti, al igual que tú deseas influir en tu pareja. Ten en cuenta que influencia no es lo mismo que control o dominancia. La influencia es algo que eliges voluntariamente cuando aceptas una sugerencia de otra persona o cuando haces un cambio en tu comportamiento tras una petición; acepta sus criticas no te enfurezcas y entres en la dinámica de sentirte ofendido. Intenta centrarte en la parte constructiva de la crítica y no en la negativa, la crítica es en realidad una petición de cambio por parte de la otra persona hacia ti, y no necesariamente intenta herirte.

Expresa tu cariño y aprecio, se detallista, hazle cumplidos, exprésale lo que sientes por él o ella; incluso si hace algo que te desagrada, intenta buscar aquello que si te agrada para expresarlo desde lo positivo.

No establezcas relaciones de dependencia, dale autonomía a tu pareja,  sin  entrar en el miedo al abandono. Si piensas que amas tanto a tu pareja que te morirías si te dejase y sientes celos a menudo o ansiedad ante la posibilidad de un abandono, en realidad no sientes amor, sino dependencia. Empieza a pensar que sí podrías superarlo, que puedes vivir sin esa persona y sin pareja, como hace tanta gente, y que podrías encontrar a alguien de quien volver a enamorarte.

Es posible que si tienes en cuenta estas pequeñas cosas, y las intentas poner en marcha, la relación funcionará mejor. Es importante creer que el cambio o la evolución de la pareja empieza por uno mismo.


Patricia Catalá

Orienta psicólogos

10 d’oct. 2013

EL SÍNDROME DE WENDY


El desarrollar conductas Wendy es uno de los síndromes que pueden sufrir tanto hombres como mujeres, debido a la necesidad de sentirse aceptado, respaldado y con miedo a sentir que no es querido, de ser rechazado o abandonado, entonces estamos ante personas que intentan agradar y complacer a los demás debido a estos temores. 

Es habitual encontrarnos a personas Wendy detrás de otras con comportamientos Peter Pan, encargándose de hacer aquello que estos son incapaces de llevar a cabo.

Las personas que sufren el síndrome de Wendy actúan hacia sus parejas, hijos, o personas más próximas de manera que les sobreprotegen liberándoles de sus responsabilidades, desarrollando roles de padre o madre; por ejemplo es la madre que despierta a su hijo mayor para que no se duerma, o que continuamente le hace los deberes, o le prepara sus trabajos, o la esposa que asume todas las responsabilidades domésticas, etc…convirtiéndose en Wendy en sus núcleos familiares. En definitiva son las personas que asumen  las responsabilidades de los que le rodean y quién toma las decisiones, justificando la informalidad de su pareja ante los demás.

Los/as Wendy suelen actuar sintiéndose imprescindibles, entienden el amor como sacrificio y resignación, evitan a toda costa que alguien se enfade, intentan hacer felices a la pareja, insisten en hacer las cosas por los otros, tienen una fuerte necesidad de cuidar a los demás, en definitiva se convierten en el progenitor/a de la pareja…

Como hemos comentado anteriormente, la forma de comportarse de cualquier Wendy basada en el miedo a  ser rechazado, al complejo de inferioridad y al afán de gustar a los demás, le lleva a un sufrimiento emocional que compensa asumiendo desmesuradamente el cuidado de los que le rodean. Estos comportamientos se perpetúan debido a un conjunto de variables ( las circunstancias que envuelven a la persona, la personalidad, la educación…) por ejemplo el tener padres sobreprotectores pueden crear en sus hijos un fuerte deseo de independencia o generar en su hijo conductas Peter Pan, o en su marido o en las personas a las que esté sobreprotegiendo; para poder superar estos miedos y no llegar a establecer estos vínculos un tanto desequilibrados con las personas más próximas los Wendy han de empezar a establecer relaciones más equitativas, escuchando los problemas de los demás pero sin sentirse obligados a resolverlos, empezando a practicar decir NO, aprendiendo a madurar que cada uno es responsable de su vida, no asumiendo las responsabilidades y deberes del otro...
 
Es posible que los Wendy tengan un tanto dañada su autoestima e intentan compensar estas carencias propias descuidándose a si mismos, y cuidando excesivamente a los demás.
Si sientes que puedes estar desarrollando conductas propias de un/a Wendy, has de empezar a cuidarte más a ti mismo/a.

 
Patricia Catalá
Orienta psicólogos

VIVIR DE LOS RECUERDOS


 
En muchas ocasiones y debido a circunstancias presentes, las personas nos vemos inmiscuidas en momentos del pasado que nos ayudan a entender mejor el presente que podamos estar viviendo. El otro día un buen amigo me comentaba que últimamente está recordando más que nunca sus historias y experiencias del pasado y que le servía mucho para poder soportar la complicada situación personal que está viviendo en estos momentos. Esto nos demuestra que vivir es pasado, presente y futuro, que nuestra vida pasa continuamente por estos tiempos, y nos condiciona a ver las cosas dependiendo de en qué momento estemos centrados.
 
Si estamos viviendo desde el pasado, probablemente es que veamos con melancolía nuestra vida y queramos revivir determinados momentos que fueron más felices; si vivimos en el futuro, planificando lo que haremos, estamos proyectando la ilusión del presente en momentos que vendrán y serán mejores que los que tenemos ahora. Y, ¿por qué las personas nos movemos recorriendo estos tres tiempos, y pasamos más incluso en pasado y futuro?, es probable que la educación nos centre y nos diga que tenemos que ser previsores y planificarnos para lo que tiene que venir; también es posible que nos agarremos a lo conocido, a lo que ya hemos vivido y esto es el pasado, y sobre él construyamos nuestros cimientos de la evolución, partiendo de lo que ya hemos sufrido, aprendido, experimentado. Mi pregunta es, ¿por qué no vivimos más lo de ahora? El presente, porqué no nos centramos en el vivir más cada instante en el trabajo, con nuestra familia, con los amigos, con nuestra pareja…estos momentos presentes son los que nos traen el futuro, y nos permiten estar más en la realidad de nuestras vidas. ¿Será esto de lo que huimos?, nos estamos queriendo evadir de nuestra realidad y olvidarnos de aquellas cosas de nuestra cotidianeidad que no nos gustan, y para poderlas soportar pues no nos enfocamos en ellas porque también tenemos la sensación de que no las vamos a poder cambiar?... entonces, conseguimos dos cosas:

Primera refugiarnos y tolerar mejor aquellas situaciones, personas, momentos que no aguantamos; segundo, y posiblemente en desventaja, no somos capaces de resolver más a lo que nos conviene porque nos hemos puesto una venda en los ojos, estamos fuera de nuestra realidad; esta forma de defendernos hace que no actuemos tomando las decisiones correctas para vivir el presente más felices y de acuerdo a lo que queremos vivir. Céntrate en el AHORA, vive cada momento con la intensidad que te convenga, y disfruta de lo que te aporte, de lo que cada instante te enseñe.


Patricia Catalá
Orienta psicólogos
 

7 d’oct. 2013

¿Se puede frenar el ritmo de vida?



Aprender a vivir el presente es el mejor modo de afrontar los problemas físicos y psicológicos de largas jornadas de trabajo

Horarios imposibles, días o semanas enteras sin ver a padres, hermanos y amigos y, a duras penas, encontrar un rato para charlar con la pareja o los hijos. Aficiones personales relegadas por el trabajo y citas aplazadas “sine die”. El estilo de vida imperante exige demasiado y en áreas diversas: familiar, laboral, de pareja, social… lo que ha provocado que uno de cada diez adultos padezca estrés, depresión o agotamiento. Un cambio de hábitos y tener recursos personales para aliviar la presión que el entorno ejerce sobre cada uno, puede ayudar a sobrellevar el acelerado ritmo de vida.

 
 
Cuestión de habilidad
Estrés, depresión y agotamiento. Uno de cada diez adultos de todo el mundo sufre estos síntomas, según un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que predice un aumento drástico de estos trastornos debido al modo de vida actual. El crecimiento de enfermedades relacionadas a estos trastornos -como las enfermedades coronarias, los derrames cerebrales, el cáncer o la diabetes- se aceleran con extrema rapidez, según algunos especialistas. El estilo de vida actual exige un exceso de tareas, todas bien hechas y en todos ámbitos (familiar, laboral o social). Y, metidos en esta vorágine, nadie quiere quedarse atrás o hacerlo peor que los demás. ¿Cómo puede afectar a una persona este “no poder parar”? Un ritmo de vida acelerado puede pasar factura y provocar ansiedad, depresión o trastornos psicológicos en los casos más graves.

Así lo asegura Ángel Puerta, socio consultor del madrileño Grupo Luria de psicólogos, quien indica que desde hace unos años se observa un aumento de pacientes adultos por esta causa en las consultas de los psicólogos. Y, según señala, esta demanda social “se puede observar en la cantidad de empresas que ofrecen ‘productos mágicos’ para terminar con la ansiedad, como organizar fiestas…”. Pero para superar el estrés que provoca el ritmo actual de vida no existen soluciones mágicas –dice Puerta-, sino la existencia de recursos y habilidades personales (saber cómo manejar los pensamientos y actuaciones). Una capacidad que no tienen todas las personas por igual, y que a muchos provoca graves problemas. Como Puerta, Verónica Guillén, psicóloga y coordinadora del gabinete de Psicología Previ de Valencia, explica que la manera de reaccionar ante el ritmo actual depende, en gran medida, de las personas, ya que algunas son más vulnerables que otras a padecer trastornos psicológicos, lo que también depende del tipo de ‘estresor’, así como de la intensidad y duración del mismo.
La presión ante un exceso de tareas afecta tanto a hombres como a mujeres, ¿pero lo hace del mismo modo? Según Guillén, las mujeres suelen ser más propensas a padecer este trastorno, aunque depende del trastorno específico que sufran. Por el contrario, Ángel Puerta opina que las mujeres están más acostumbradas a realizar múltiples tareas y salir airosas de todas ellas, por lo que someterse a la vorágine de un ritmo de vida demasiado rápido les supone un problema menor que a la mayoría de los hombres. Además, la presión excesiva se puede sentir a cualquier edad, ya sea en la adolescencia, la edad adulta o la vejez, cuando hay problemas para llegar a fin de mes o preocupación por la precariedad de la salud. Pero el ritmo de vida más acelerado se da durante la etapa de actividad laboral, por lo que es más frecuente sufrirlo en edades comprendidas entre los 25 y los 44 años, según explica la psicóloga del centro valenciano.
La presión ante un exceso de tareas afecta tanto a hombres como a mujeres, ¿pero lo hace del mismo modo? Según Guillén, las mujeres suelen ser más propensas a padecer este trastorno, aunque depende del trastorno específico que sufran. Por el contrario, Ángel Puerta opina que las mujeres están más acostumbradas a realizar múltiples tareas y salir airosas de todas ellas, por lo que someterse a la vorágine de un ritmo de vida demasiado rápido les supone un problema menor que a la mayoría de los hombres. Además, la presión excesiva se puede sentir a cualquier edad, ya sea en la adolescencia, la edad adulta o la vejez, cuando hay problemas para llegar a fin de mes o preocupación por la precariedad de la salud. Pero el ritmo de vida más acelerado se da durante la etapa de actividad laboral, por lo que es más frecuente sufrirlo en edades comprendidas entre los 25 y los 44 años, según explica la psicóloga del centro valenciano.

Síntomas de alarma
La necesidad de realizar numerosas actividades a lo largo del día genera estrés, pero en muchas ocasiones no nos damos cuenta de que estamos padeciéndolo. ¿La razón? El experto del grupo Luria explica que todos estamos preparados para afrontar la presión y por ello no nos damos cuenta de que ésta nos está superando. Pero no es difícil reconocer los signos de alarma, que Puerta resume en:
  • Dolores de cabeza: Es un síntoma si son recurrentes y nunca antes se habían padecido con tal frecuencia.
  • Trastornos del sueño: Dormir mal sin causa aparente que lo justifique.
  • Cansancio: Puede notarse un cansancio mayor de lo habitual, que no se sabe a qué causa achacar en concreto.
  • Problemas con la bebida y la comida: Cuando la ansiedad es muy fuerte, algunas personas empiezan a beber o comer en exceso, sin razón aparente que lo justifique.
Verónica Guillén aclara que en muchas personas el ritmo de vida puede llegar a provocar trastornos de ansiedad, como un trastorno de angustia (ataques de pánico) o un trastorno de ansiedad generalizada. Asimismo, “en algunas personas se pueden desencadenar trastornos del estado de ánimo, entre ellos depresión o distimia, o padecer los llamados trastornos somatoformes (trastorno por dolor, hipocondría)”, asegura la experta.
Según los datos del Manual Diagnóstico y estadístico de trastornos mentales), las prevalencias específicas para cada trastorno son:
  • Trastorno de pánico: Se sitúa entre el 1,5% y el 3,5% de la población general. Se diagnostica dos veces más en mujeres que en hombres.
  • Trastorno de ansiedad generalizada: La prevalencia global es del 5% de la población general.
  • Trastornos del estado de ánimo: El riesgo de sufrir a lo largo de la vida un trastorno depresivo mayor es del 10-25% para las mujeres y entre el 5-12% para los varones. Tanto en adultos como en adolescentes es dos veces más frecuentes en mujeres que en hombres.
Cómo solucionarlo
El cuerpo humano, en los aspectos físicos y psicológicos, está preparado para afrontar presión, pero hay que adecuar el ritmo de vida a sistemas proporcionales, y nunca hacer más de lo que se pueda. Para ello es necesario buscar mecanismos genéricos de compensación, según indica ángel Puerta, del grupo Luria:
  • Tener una amplia red social de amigos: Salir, no perder el contacto con los amigos, quedar con ellos,….
  • Practicar ejercicio físico: La práctica de ejercicio físico es fundamental para liberar tensiones y muy beneficiosa para las personas que soportan un exceso de actividad.
  • Comunicación: Hablar con alguien sobre la ansiedad y angustia que le supone el ritmo de vida que lleva es muy beneficioso.
La psicóloga de Valencia añade a estas recomendaciones la importancia de acudir a profesionales que puedan ayudar a superar la presión. Asegura que en la actualidad existen muy buenos programas de tratamiento, breves y eficaces. Pero –explica la psicóloga- el mejor tratamiento es prevenir, en este caso concreto desacelerar el ritmo de vida. Para lo que es muy importante:
  • Organizar de forma coherente las prioridades.
  • Ser realistas con las expectativas y ver hasta dónde podemos llegar, para poder disfrutar de otras cosas importantísimas de la vida. Paradójicamente, nos volvemos más productivos cuando lo llevamos a cabo, es decir, estamos más tranquilos, pensamos mejor y resolvemos más y más pronto.
  • Intentar seguir el "ritmo de la vida", es decir, intentar fijar nuestra atención en el instante presente. Aunque pueda sonar a tópico, es realmente difícil de llevar a la práctica porque se trata de "sincronizarnos con el momento presente", tal y como va sucediendo (uno- detrás -de -otro), ya no sólo para disfrutarlo, sino para poder hacerle frente a los problemas desde la serenidad y la reflexión.
  • Desacelerar el ritmo: el mejor modo de adaptación a estos tiempos donde todo sucede tan rápido, paradójicamente, es desacelerar nuestro ritmo de vida. No hay que vivir haciendo constantemente planes futuros, ni vivir de recuerdos del pasado, porque se pierde el presente.
  • Disfrutar del momento presente: es muy importante aprender a fijar nuestra atención y nuestros sentidos en el ahora, para llegar a vivir y disfrutar del momento presente.

3 d’oct. 2013

Las Relaciones Virtuales


 
En la actualidad Internet nos propone una vía de contacto con personas que de otra manera nos serían inaccesibles.  Gracias a las nuevas tecnologías superamos las distancias físicas y saciamos la curiosidad de conocer gente, con quienes compartimos aficiones e intereses. Pero se sabe que las relaciones que se mantienen a través de Internet pueden crear adicción si se sustituyen a las del mundo físico, el de nuestros amigos y familiares “reales”, sobre todo crea adicción a personas con problemas emocionales y de relación que, pretendiendo resolverlos, pueden quedar atrapados en la Red hasta el punto de que se transforme en su única forma de comunicación con los demás. 

Las personas que se relacionan a través de Internet experimentan una sensación de libertad que no obtienen en las relaciones ordinarias, el comunicarse a través de la escritura les descubre interioridades que en la vida ordinaria permanecen ocultas y esta actividad les  permite practicar el simulacro, la posibilidad de jugar a ser otras personas, de vivir otras vidas, aunque sea de forma pasajera. Pero, sobre todo, quien comparte con otras personas su tiempo gracias a Internet entiende que puede romper el compromiso con sus interlocutores de manera unilateral y sin explicaciones. 

Todo lo descrito anteriormente, salvo la incapacidad de asumir compromisos, no es bueno ni malo. Jugar a ser otro es una práctica unida al hombre y la mujer, descubrir matices de uno mismo gracias a su plasmación por escrito puede ser positivo; sentirse libre y seguro con lo que se hace, también. Quienes encuentran en Internet una fórmula más que sumar a sus otras formas de relacionarse, harán de la Red un lugar donde se expresarán felices y sociables, donde conversar, donde aprender cosas nuevas y compartir sentimientos y conocimientos. Harán de su ordenador y de Internet un instrumento más para su desarrollo personal y enriquecerán su vida social. 

Pero Internet puede convertirse en un refugio y despertar patologías ocultas o agudizarlas. Ofrece la posibilidad de vivir una irrealidad sin conexiones coherentes, algo muy atractivo para quien no se siente feliz consigo mismo. También posibilita hacer daño y expone a sufrirlo. La alerta se dispara cuando esta herramienta, que da libertad, o al menos ofrece la sensación de darla, se convierte en una nueva forma de dependencia que se dará cuando: las horas libres se dedican de forma casi exclusiva a relacionarse con otras personas a través de Internet, descuidamos los lazos anteriores de amistad, o incluso se rompen, y se invierten muchas más horas a una conversación virtual de lo que es capaz de dedicárselo a una relación personal, incluso robando horas de sueño, trabajo u otras obligaciones.

Conociendo estas pegas que puede tener Internet no podemos convertirla en una herramienta maligna, puesto que es una oportunidad que se nos abre para contactar y relacionarnos salvando los límites físicos.


Patricia Catalá
Orienta psicólogos


 

30 de set. 2013

LA FAMILIA: VIVA Y CAMBIANTE


Durante las últimas décadas en nuestra sociedad la familia experimenta cambios notables, originando múltiples modelos familiares y diferentes estilos de vida familiar.

Las personas nos estamos sintiendo desconcertadas con estos cambios, teniendo que afrontar nuevas situaciones para las que no tenemos respuestas, puesto que de nuestros padres hemos aprendido el modelo familiar único, faltándonos criterios para podernos manejar ante nuevos modelos que se nos presentan en la actualidad,  surgiéndonos las preguntas  ¿cómo trato a la esposa de mi ex marido? ¿cómo educo a los hijos de mi esposo? ¿qué le digo al novio de mi abuela? ¿ quién toma el permiso por maternidad?...

Ante estas nuevas formas de relacionarnos y de organizarnos en familia, necesitamos ampliar nuestras miras y fomentar nuestra creatividad, para saber manejarnos ante estos cambios que nos suceden, aprendiendo a tomar decisiones que sean coherentes con nuestras necesidades como personas y fomentando relaciones con miembros que pasan a formar parte de nuestras familias pero que no sabemos como manejarnos con ellos. Entonces, ¿ cómo?...en psicología se estudia e investiga continuamente sobre como aprendemos las personas, y una de las teorías es la del modelaje o aprendizaje por observación e imitación de un modelo; es evidente que el modelo que hemos tenido de nuestros padres respecto a la familia es muy diferente y nuestro aprendizaje de este modelo nos hace tener unos principios y bases de actuación que chocan con la realidad actual, esto nos condiciona a no saber qué hacer en momentos familiares como divorcios, separaciones, cambios de pareja, hijos adoptivos, parejas homosexuales etc…viviendo estos nuevos modelos desde un aspecto más bien crítico y desconfiado, con falta de habilidades para comprender y actuar.

Para ello es muy importante el trabajar nuestro desarrollo personal en comprensión y diálogo, teniendo en cuenta el mayor recurso que tenemos” la comunicación”, pero entendiendo ésta desde la comprensión del otro, llegando a entenderlo desde su interpretación del mundo, sin negarle su realidad, para así convivir en la pluralidad y diversidad que en la actualidad vivimos, y avanzar como personas no como modelos únicos de convivencia, puesto que el vivir no tiene una sola forma, sino tantas como personas hay.

Planteémonos que ahora tenemos la posibilidad del enriquecimiento personal por la variedad de formas de vivir la vida, admitamos la pluralidad y aprendamos a  manejarnos en ella, para así poder aportar y permitir que los demás también nos den, sin crear aislamientos entre miembros de las mismas familias y sentirnos así más unidos sin necesidad de seguir los mismos estilos o formas de vivir.


Patricia Catalá
Orienta psicólogos


 

26 de set. 2013

La “hipnosis” ayuda a aliviar los síntomas de muchas enfermedades



La mayoría hemos oído hablar de la hipnosis y la conocemos sobre todo por ciertas programaciones de la TV dónde varios voluntarios salían a que les hipnotizaran y esto le permitía al hipnotizador ser el dueño de los actos de los hipnotizados. La hipnosis clínica no es este espectáculo un tanto ridículo que hemos visto por televisión de pérdida de control propio para pasar a ser controlados por otros; la hipnosis clínica es un método que se utiliza por profesionales de la medicina, psiquiatras, psicólogos, etc…para ayudar a aliviar o curar ciertas enfermedades llamadas psicógenas o psicosomáticas como: fobias, alergias, depresión, ansiedad, enuresis, estrés, migrañas, eczemas, enfermedades gastrointestinales, hepáticas etc… promoviendo en el paciente una relajación profunda,  más allá de estar relajados, entendiendo la relajación como un estado de calma, tranquilidad, respiración completa, sintiendo más nuestro cuerpo mediante la activación de nuestra mente, siendo en definitiva más dueños de nosotros mismos, tomando mayor consciencia de lo que sentimos, pensamos, hacemos, padecemos…este método nos hace profundizar en nuestro ser en toda su extensión ( física, psíquica, mental…) ayudándonos a conocer cómo nos estamos sintiendo, qué necesitamos, ahora….si la hipnosis es profundizar en mi interior, me permitirá entrar en zonas inconscientes (que desconozco) y hacerlas más conscientes ( conocerme más).
Es por tanto la hipnosis o autohipnosis un método o técnica que podemos utilizar a nivel personal para conseguir mayor confianza en uno mismo, mejor autoestima y aumentar el autocontrol personal, decimos entonces que la hipnosis te ayuda a: centrar la atención y concentración, te fomenta la motivación o energía para conseguir tus propósitos, te facilita el aprendizaje, apoyándote en tu superación personal…es una técnica que te hace centrarte más en ti mismo y te da conocimiento de tus estados internos o de lo que pasa dentro de ti, para que participes más activamente en beneficio de tu salud.

Concluyendo podemos decir que la hipnosis clínica es una técnica dónde se colabora y participa de forma activa y que con ella las personas que la practican aprenden la habilidad de sugestionarse a nivel físico, emocional, motor, de pensamientos para autocontrolarse, entendiendo el autocontrol como un mayor conocimiento de uno mismo para transformar las reacciones tanto físicas( dolor, angustia), motoras (fumar, comer,  tener tics), emocionales ( tristeza, rabia) y de pensamiento ( soy un fracasado), en otras que nos reporten mayor beneficio propio.
Actualmente se están corroborando a través diversas investigaciones las repercusiones positivas que tiene la aplicación de la hipnosis en el tratamiento de diferentes enfermedades. Durante este año “Un equipo de la Universidad de Basilea en Suiza enseño a un grupo de 66 personas que sufren alergia estacional a reducir sus síntomas a través de la auto-hipnosis, ayudándoles a mejorar ciertos síntomas que se presentan en la alergia, esto les permitió reducir sus dosis de medicamentos y les ayudó a sentirse mejor durante los meses que la padecen”.

Este experimento como muchos otros casos en los que se aplica la hipnosis nos dan a entender que esta funciona como apoyo a muchas terapias psicofísicas, y que todavía queda mucho por indagar en este campo que aún teniendo ya alrededor de 4.000 años de edad, está por descubrir aún más, en nuestro sistema actual de salud.

Patricia Catalá
Orienta psicólogos
                                              
          

24 de set. 2013

HABILIDADES PARA RELACIONARNOS CON LOS DEMÁS



Dependerá mucho de nosotros vivir bien con los demás, lo podemos aprender no sólo para caer bien, sino para sentirnos integrados socialmente, siendo un factor clave del bienestar emocional. Las
habilidades sociales son una serie de conductas y gestos mediante los que expresamos sentimientos, actitudes, deseos y derechos de la persona siempre de una manera adecuada y de modo que resuelven satisfactoriamente los problemas con los demás.

Si fomentamos y desarrollamos  estas habilidades podremos conseguir satisfacciones en el ámbito de la familia, de las amistades y en las relaciones amorosas. E incluso nos ayudarán a la hora de conseguir un trabajo, de relacionarnos con nuestros jefes y compañeros y de convencer de nuestras posturas o planteamientos. 

Podemos describir algunas habilidades como:

La expresión de la cara: la sonrisa, la mirada…nos puede ayudar a acercarnos y conectar con los demás, facilitar la comunicación y suavizar tensiones. 

La postura corporal,  los gestos expresan como nos sentimos interiormente, según sea nuestra forma de sentarnos, de caminar, de gesticular con nuestras manos cuando hablamos…

La forma de hablar: el tono, el timbre de nuestra voz, puede expresar seguridad y dominio de la situación si es adecuado ( ni bajo que no nos entiendan bien, ni alto que transmita agresividad)…

Si controlamos bien y sabemos utilizar estas habilidades de comportamiento no verbal como es la expresión de nuestro cuerpo, y verbal como expresamos lo que pensamos y sentimos de nosotros mismos, de los demás y de la situación…  podremos empezar a poner en marcha nuestra conducta asertiva, que es la más hábil socialmente porque supone la expresión abierta de los sentimientos, deseos y derechos pero sin atacar a nadie. Es decir, ser asertivo es expresar el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Pero ser asertivo no significa la ausencia de conflicto con otras personas, sino el saber resolver los problemas cuando surgen. Para poder desarrollar esta conducta más afirmativa tenemos que valorarnos lo suficiente, no enfadarnos por nimiedades, e intentar evitar las amenazas, admitir  nuestros errores y equivocaciones y tener en cuenta a los demás evitando ignorarlos.

Las habilidades para relacionarnos con los demás son conductas aprendidas, y que podemos mejorar, facilitan la relación con otras personas y nos ayudan a mostrarnos más como somos nosotros mismos, expresando de manera más clara y afirmativa nuestra forma de ser, nuestras cualidades y defectos, lo que necesitamos y queremos conseguir.

No nos cerremos puertas al diálogo porque todos necesitamos gente que nos respete, que nos tenga en cuenta, y nos muestre su aprecio y afecto.

Patricia Catalá
Orienta psicólogos


 

19 de set. 2013

21 de Septiembre " DIA INTERNACIONAL DE LA PAZ"

“Con la concordia crece lo más pequeño, con la discordia se arruina lo más grande”
Salustio


En el Día internacional de Paz, que menos que parar y pensar que significa para cada uno de nosotros La Paz, que sucesos de nosotros mismos y de nuestro entorno y qué relaciones nos la hace sentir y disfrutarla más.


Si las personas somos seres individuales, sociales por naturaleza, que evolucionamos en base a la relación que establezcamos con nuestro entorno, pensemos en La Paz como una habilidad individual  que nos permite estar tranquilos y sosegados, que esta virtud de poner tranquilidad en nuestro estado de ánimo la hacemos pública oponiéndonos a las situaciones de conflicto o lucha, y la podemos practicar poniendo en marcha la tranquilidad y buena correspondencia de unos con otros.

Si realizamos un recorrido por nuestros pensamientos y acciones diarias ¿nos sentimos la mayoría de las veces tranquilos o pueden con nosotros situaciones de tensión que acaban desarrollando conflicto con uno mismo o con las personas que nos rodean?. ¿Qué hacemos individualmente para acercarnos a la Paz?


Me parece que uno de los tantos defectos que hemos ido asumiendo como personas evolucionadas y socializadas ha sido perder el control de las cosas que suceden a nuestro alrededor y que atribuimos fuera de nosotros el poder de mejorar, nos quedamos como espectadores de lo que va sucediendo como cuando nos ponemos delante del televisor y vemos pasar sucesos escalofriantes día tras día….y vamos endureciéndonos.
Mi propuesta de reflexión-acción es que hoy probemos poner un poco de Paz primero con nosotros mismos, queriéndonos un poco más y diciéndonos que podemos ayudar a reflexionar también,a personas que tengamos cerca y que necesiten un poco de nuestra paz interior, que les demos tranquilidad y sosiego. Piensa un momento en que es para ti la Paz, de qué formas la puedes poner en práctica, primero contigo mismo, luego con las personas más cercanas a ti, y empieza a practicar …quizá lleguemos a juntar todas nuestras paces y consigamos unirlas para dar más Paz al mundo, nuestro mundo.
 

Gracias por vuestra Paz

Patricia Catalá

16 de set. 2013

SINDROME POSTVACACIONAL


REGRESA AL TRABAJO DESPUES DE LAS VACACIONES SIN SUFRIR EL SINDROME POSTVACACIONAL
Lo habitual es que hoy en día todos podamos disfrutar de las vacaciones y del ocio durante un período entre 15 días y un mes durante el año. Esto es un progreso en la vida laboral para las personas, pero hoy en día parece haberse convertido en un castigo el ir y volver del trabajo.

Las personas aprendemos de nuestro entorno y vamos generando recursos y formas de actuación que son adecuadas y eficaces para nosotros, pero hay situaciones en las que parece que perdamos el control de manejarnos con ellas, una de estas situaciones de pérdida de control es el volver al trabajo; parece que el desconectar nos ayude a distanciarnos de los hábitos que hemos llevado día a día durante el año de trabajo, y esto es bueno, el romper con lo que he estado haciendo todos los días; levantarme temprano, soportar el tráfico o la espera del transporte público para acudir a la oficina, al colegio, a la fábrica, a la obra…la actividad física, mental y afectiva que desencadena la actividad diaria de resolver problemas y situaciones inesperadas del trabajo, las responsabilidades de cumplir con lo que toca, y de relacionarme con compañeros, jefes, clientes….
Pero romper y disfrutar de otras actividades que pueden ser más placenteras para nosotros como pasear sin prisas, practicar el deporte que me gusta, dedicar todo el tiempo que quiera a mi familia, leer, viajar, hacer la siesta, levantarme más tarde….hace que la conexión con la realidad laboral sea dura y choque de forma demasiado brusca como para adaptarme tan deprisa.

Para ello tenemos que darnos tiempo, y si realmente hemos disfrutado de estos días de descanso nos encontraremos con energía y ganas de empezar a trabajar renovados, quizás el descanso nos permita aportar ideas nuevas, preparar con más ganas aquel trabajo que me deje pendiente antes de las vacaciones, encontrarle más sentido a mi relación con los compañeros…

Es sabido que el síndrome postvacacional es un período de adaptación que puede durar de 2 a 15 días más o menos, que no es ninguna psicopatología. Es como hemos comentado anteriormente un cambio de planificación y actividad diaria, este cambio nos altera nuestro estado de ánimo y nos provoca cierta incertidumbre porque no nos sentimos del todo centrados, esto puede provocar nerviosismo y desasosiego, y como consecuencia alteraciones en el sueño, en el apetito, oscilaciones de humor, molestias en el estómago…pero simplemente son reacciones de nuestro cuerpo al cambio de ritmo que le hemos dado.


En este caso nuestra inteligencia ha de actuar promoviendo conductas de autoayuda para adaptarnos cuanto antes al día a día sin sufrir demasiado; para ello has de pensar con sentido común y decirle a tu cuerpo que lo que le sucede es que le has impuesto un nuevo ritmo que ya lo conoces y sabes manejártelo bien, que no te pasa nada y que te vas a proponer utilizar ese descanso vacacional que has disfrutado, sintiéndote lleno de energía y renovado, recuerda los momentos agradables de las vacaciones, siéntete afortunado de haberlos vivido y compártelos con los demás. Proponte cosas que quieras conseguir este año en tu trabajo y planifícate para ello, también busca actividades y hobbies que te hagan relacionarte y que te llenen como persona.
Recuerda que actualmente vivimos a veces más rápido de lo que nuestro cuerpo es capaz de asimilar, se paciente y date tiempo.

Si ves que continuas sintiéndote desplazado en tu trabajo, triste y con pocas ganas de ir a trabajar, si notas ansiedad y esto te afecta hasta el punto de no relacionarte con los demás como antes, posiblemente no sea síndrome postvacacional es posible que sufras Burnout o que estás quemado, y si mantienes tu situación sin hacer nada al respecto si podrás desarrollar una enfermedad mayor como la depresión o la ansiedad, mi recomendación es ponerte en manos de un especialista. Es importante conocernos, saber cuáles son nuestros límites y cómo actuar promoviendo nuestra salud .
Orienta psicólogos