30 de set. 2013

LA FAMILIA: VIVA Y CAMBIANTE


Durante las últimas décadas en nuestra sociedad la familia experimenta cambios notables, originando múltiples modelos familiares y diferentes estilos de vida familiar.

Las personas nos estamos sintiendo desconcertadas con estos cambios, teniendo que afrontar nuevas situaciones para las que no tenemos respuestas, puesto que de nuestros padres hemos aprendido el modelo familiar único, faltándonos criterios para podernos manejar ante nuevos modelos que se nos presentan en la actualidad,  surgiéndonos las preguntas  ¿cómo trato a la esposa de mi ex marido? ¿cómo educo a los hijos de mi esposo? ¿qué le digo al novio de mi abuela? ¿ quién toma el permiso por maternidad?...

Ante estas nuevas formas de relacionarnos y de organizarnos en familia, necesitamos ampliar nuestras miras y fomentar nuestra creatividad, para saber manejarnos ante estos cambios que nos suceden, aprendiendo a tomar decisiones que sean coherentes con nuestras necesidades como personas y fomentando relaciones con miembros que pasan a formar parte de nuestras familias pero que no sabemos como manejarnos con ellos. Entonces, ¿ cómo?...en psicología se estudia e investiga continuamente sobre como aprendemos las personas, y una de las teorías es la del modelaje o aprendizaje por observación e imitación de un modelo; es evidente que el modelo que hemos tenido de nuestros padres respecto a la familia es muy diferente y nuestro aprendizaje de este modelo nos hace tener unos principios y bases de actuación que chocan con la realidad actual, esto nos condiciona a no saber qué hacer en momentos familiares como divorcios, separaciones, cambios de pareja, hijos adoptivos, parejas homosexuales etc…viviendo estos nuevos modelos desde un aspecto más bien crítico y desconfiado, con falta de habilidades para comprender y actuar.

Para ello es muy importante el trabajar nuestro desarrollo personal en comprensión y diálogo, teniendo en cuenta el mayor recurso que tenemos” la comunicación”, pero entendiendo ésta desde la comprensión del otro, llegando a entenderlo desde su interpretación del mundo, sin negarle su realidad, para así convivir en la pluralidad y diversidad que en la actualidad vivimos, y avanzar como personas no como modelos únicos de convivencia, puesto que el vivir no tiene una sola forma, sino tantas como personas hay.

Planteémonos que ahora tenemos la posibilidad del enriquecimiento personal por la variedad de formas de vivir la vida, admitamos la pluralidad y aprendamos a  manejarnos en ella, para así poder aportar y permitir que los demás también nos den, sin crear aislamientos entre miembros de las mismas familias y sentirnos así más unidos sin necesidad de seguir los mismos estilos o formas de vivir.


Patricia Catalá
Orienta psicólogos


 

26 de set. 2013

La “hipnosis” ayuda a aliviar los síntomas de muchas enfermedades



La mayoría hemos oído hablar de la hipnosis y la conocemos sobre todo por ciertas programaciones de la TV dónde varios voluntarios salían a que les hipnotizaran y esto le permitía al hipnotizador ser el dueño de los actos de los hipnotizados. La hipnosis clínica no es este espectáculo un tanto ridículo que hemos visto por televisión de pérdida de control propio para pasar a ser controlados por otros; la hipnosis clínica es un método que se utiliza por profesionales de la medicina, psiquiatras, psicólogos, etc…para ayudar a aliviar o curar ciertas enfermedades llamadas psicógenas o psicosomáticas como: fobias, alergias, depresión, ansiedad, enuresis, estrés, migrañas, eczemas, enfermedades gastrointestinales, hepáticas etc… promoviendo en el paciente una relajación profunda,  más allá de estar relajados, entendiendo la relajación como un estado de calma, tranquilidad, respiración completa, sintiendo más nuestro cuerpo mediante la activación de nuestra mente, siendo en definitiva más dueños de nosotros mismos, tomando mayor consciencia de lo que sentimos, pensamos, hacemos, padecemos…este método nos hace profundizar en nuestro ser en toda su extensión ( física, psíquica, mental…) ayudándonos a conocer cómo nos estamos sintiendo, qué necesitamos, ahora….si la hipnosis es profundizar en mi interior, me permitirá entrar en zonas inconscientes (que desconozco) y hacerlas más conscientes ( conocerme más).
Es por tanto la hipnosis o autohipnosis un método o técnica que podemos utilizar a nivel personal para conseguir mayor confianza en uno mismo, mejor autoestima y aumentar el autocontrol personal, decimos entonces que la hipnosis te ayuda a: centrar la atención y concentración, te fomenta la motivación o energía para conseguir tus propósitos, te facilita el aprendizaje, apoyándote en tu superación personal…es una técnica que te hace centrarte más en ti mismo y te da conocimiento de tus estados internos o de lo que pasa dentro de ti, para que participes más activamente en beneficio de tu salud.

Concluyendo podemos decir que la hipnosis clínica es una técnica dónde se colabora y participa de forma activa y que con ella las personas que la practican aprenden la habilidad de sugestionarse a nivel físico, emocional, motor, de pensamientos para autocontrolarse, entendiendo el autocontrol como un mayor conocimiento de uno mismo para transformar las reacciones tanto físicas( dolor, angustia), motoras (fumar, comer,  tener tics), emocionales ( tristeza, rabia) y de pensamiento ( soy un fracasado), en otras que nos reporten mayor beneficio propio.
Actualmente se están corroborando a través diversas investigaciones las repercusiones positivas que tiene la aplicación de la hipnosis en el tratamiento de diferentes enfermedades. Durante este año “Un equipo de la Universidad de Basilea en Suiza enseño a un grupo de 66 personas que sufren alergia estacional a reducir sus síntomas a través de la auto-hipnosis, ayudándoles a mejorar ciertos síntomas que se presentan en la alergia, esto les permitió reducir sus dosis de medicamentos y les ayudó a sentirse mejor durante los meses que la padecen”.

Este experimento como muchos otros casos en los que se aplica la hipnosis nos dan a entender que esta funciona como apoyo a muchas terapias psicofísicas, y que todavía queda mucho por indagar en este campo que aún teniendo ya alrededor de 4.000 años de edad, está por descubrir aún más, en nuestro sistema actual de salud.

Patricia Catalá
Orienta psicólogos
                                              
          

24 de set. 2013

HABILIDADES PARA RELACIONARNOS CON LOS DEMÁS



Dependerá mucho de nosotros vivir bien con los demás, lo podemos aprender no sólo para caer bien, sino para sentirnos integrados socialmente, siendo un factor clave del bienestar emocional. Las
habilidades sociales son una serie de conductas y gestos mediante los que expresamos sentimientos, actitudes, deseos y derechos de la persona siempre de una manera adecuada y de modo que resuelven satisfactoriamente los problemas con los demás.

Si fomentamos y desarrollamos  estas habilidades podremos conseguir satisfacciones en el ámbito de la familia, de las amistades y en las relaciones amorosas. E incluso nos ayudarán a la hora de conseguir un trabajo, de relacionarnos con nuestros jefes y compañeros y de convencer de nuestras posturas o planteamientos. 

Podemos describir algunas habilidades como:

La expresión de la cara: la sonrisa, la mirada…nos puede ayudar a acercarnos y conectar con los demás, facilitar la comunicación y suavizar tensiones. 

La postura corporal,  los gestos expresan como nos sentimos interiormente, según sea nuestra forma de sentarnos, de caminar, de gesticular con nuestras manos cuando hablamos…

La forma de hablar: el tono, el timbre de nuestra voz, puede expresar seguridad y dominio de la situación si es adecuado ( ni bajo que no nos entiendan bien, ni alto que transmita agresividad)…

Si controlamos bien y sabemos utilizar estas habilidades de comportamiento no verbal como es la expresión de nuestro cuerpo, y verbal como expresamos lo que pensamos y sentimos de nosotros mismos, de los demás y de la situación…  podremos empezar a poner en marcha nuestra conducta asertiva, que es la más hábil socialmente porque supone la expresión abierta de los sentimientos, deseos y derechos pero sin atacar a nadie. Es decir, ser asertivo es expresar el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Pero ser asertivo no significa la ausencia de conflicto con otras personas, sino el saber resolver los problemas cuando surgen. Para poder desarrollar esta conducta más afirmativa tenemos que valorarnos lo suficiente, no enfadarnos por nimiedades, e intentar evitar las amenazas, admitir  nuestros errores y equivocaciones y tener en cuenta a los demás evitando ignorarlos.

Las habilidades para relacionarnos con los demás son conductas aprendidas, y que podemos mejorar, facilitan la relación con otras personas y nos ayudan a mostrarnos más como somos nosotros mismos, expresando de manera más clara y afirmativa nuestra forma de ser, nuestras cualidades y defectos, lo que necesitamos y queremos conseguir.

No nos cerremos puertas al diálogo porque todos necesitamos gente que nos respete, que nos tenga en cuenta, y nos muestre su aprecio y afecto.

Patricia Catalá
Orienta psicólogos


 

19 de set. 2013

21 de Septiembre " DIA INTERNACIONAL DE LA PAZ"

“Con la concordia crece lo más pequeño, con la discordia se arruina lo más grande”
Salustio


En el Día internacional de Paz, que menos que parar y pensar que significa para cada uno de nosotros La Paz, que sucesos de nosotros mismos y de nuestro entorno y qué relaciones nos la hace sentir y disfrutarla más.


Si las personas somos seres individuales, sociales por naturaleza, que evolucionamos en base a la relación que establezcamos con nuestro entorno, pensemos en La Paz como una habilidad individual  que nos permite estar tranquilos y sosegados, que esta virtud de poner tranquilidad en nuestro estado de ánimo la hacemos pública oponiéndonos a las situaciones de conflicto o lucha, y la podemos practicar poniendo en marcha la tranquilidad y buena correspondencia de unos con otros.

Si realizamos un recorrido por nuestros pensamientos y acciones diarias ¿nos sentimos la mayoría de las veces tranquilos o pueden con nosotros situaciones de tensión que acaban desarrollando conflicto con uno mismo o con las personas que nos rodean?. ¿Qué hacemos individualmente para acercarnos a la Paz?


Me parece que uno de los tantos defectos que hemos ido asumiendo como personas evolucionadas y socializadas ha sido perder el control de las cosas que suceden a nuestro alrededor y que atribuimos fuera de nosotros el poder de mejorar, nos quedamos como espectadores de lo que va sucediendo como cuando nos ponemos delante del televisor y vemos pasar sucesos escalofriantes día tras día….y vamos endureciéndonos.
Mi propuesta de reflexión-acción es que hoy probemos poner un poco de Paz primero con nosotros mismos, queriéndonos un poco más y diciéndonos que podemos ayudar a reflexionar también,a personas que tengamos cerca y que necesiten un poco de nuestra paz interior, que les demos tranquilidad y sosiego. Piensa un momento en que es para ti la Paz, de qué formas la puedes poner en práctica, primero contigo mismo, luego con las personas más cercanas a ti, y empieza a practicar …quizá lleguemos a juntar todas nuestras paces y consigamos unirlas para dar más Paz al mundo, nuestro mundo.
 

Gracias por vuestra Paz

Patricia Catalá

16 de set. 2013

SINDROME POSTVACACIONAL


REGRESA AL TRABAJO DESPUES DE LAS VACACIONES SIN SUFRIR EL SINDROME POSTVACACIONAL
Lo habitual es que hoy en día todos podamos disfrutar de las vacaciones y del ocio durante un período entre 15 días y un mes durante el año. Esto es un progreso en la vida laboral para las personas, pero hoy en día parece haberse convertido en un castigo el ir y volver del trabajo.

Las personas aprendemos de nuestro entorno y vamos generando recursos y formas de actuación que son adecuadas y eficaces para nosotros, pero hay situaciones en las que parece que perdamos el control de manejarnos con ellas, una de estas situaciones de pérdida de control es el volver al trabajo; parece que el desconectar nos ayude a distanciarnos de los hábitos que hemos llevado día a día durante el año de trabajo, y esto es bueno, el romper con lo que he estado haciendo todos los días; levantarme temprano, soportar el tráfico o la espera del transporte público para acudir a la oficina, al colegio, a la fábrica, a la obra…la actividad física, mental y afectiva que desencadena la actividad diaria de resolver problemas y situaciones inesperadas del trabajo, las responsabilidades de cumplir con lo que toca, y de relacionarme con compañeros, jefes, clientes….
Pero romper y disfrutar de otras actividades que pueden ser más placenteras para nosotros como pasear sin prisas, practicar el deporte que me gusta, dedicar todo el tiempo que quiera a mi familia, leer, viajar, hacer la siesta, levantarme más tarde….hace que la conexión con la realidad laboral sea dura y choque de forma demasiado brusca como para adaptarme tan deprisa.

Para ello tenemos que darnos tiempo, y si realmente hemos disfrutado de estos días de descanso nos encontraremos con energía y ganas de empezar a trabajar renovados, quizás el descanso nos permita aportar ideas nuevas, preparar con más ganas aquel trabajo que me deje pendiente antes de las vacaciones, encontrarle más sentido a mi relación con los compañeros…

Es sabido que el síndrome postvacacional es un período de adaptación que puede durar de 2 a 15 días más o menos, que no es ninguna psicopatología. Es como hemos comentado anteriormente un cambio de planificación y actividad diaria, este cambio nos altera nuestro estado de ánimo y nos provoca cierta incertidumbre porque no nos sentimos del todo centrados, esto puede provocar nerviosismo y desasosiego, y como consecuencia alteraciones en el sueño, en el apetito, oscilaciones de humor, molestias en el estómago…pero simplemente son reacciones de nuestro cuerpo al cambio de ritmo que le hemos dado.


En este caso nuestra inteligencia ha de actuar promoviendo conductas de autoayuda para adaptarnos cuanto antes al día a día sin sufrir demasiado; para ello has de pensar con sentido común y decirle a tu cuerpo que lo que le sucede es que le has impuesto un nuevo ritmo que ya lo conoces y sabes manejártelo bien, que no te pasa nada y que te vas a proponer utilizar ese descanso vacacional que has disfrutado, sintiéndote lleno de energía y renovado, recuerda los momentos agradables de las vacaciones, siéntete afortunado de haberlos vivido y compártelos con los demás. Proponte cosas que quieras conseguir este año en tu trabajo y planifícate para ello, también busca actividades y hobbies que te hagan relacionarte y que te llenen como persona.
Recuerda que actualmente vivimos a veces más rápido de lo que nuestro cuerpo es capaz de asimilar, se paciente y date tiempo.

Si ves que continuas sintiéndote desplazado en tu trabajo, triste y con pocas ganas de ir a trabajar, si notas ansiedad y esto te afecta hasta el punto de no relacionarte con los demás como antes, posiblemente no sea síndrome postvacacional es posible que sufras Burnout o que estás quemado, y si mantienes tu situación sin hacer nada al respecto si podrás desarrollar una enfermedad mayor como la depresión o la ansiedad, mi recomendación es ponerte en manos de un especialista. Es importante conocernos, saber cuáles son nuestros límites y cómo actuar promoviendo nuestra salud .
Orienta psicólogos




2 de set. 2013

Empecemos a prevenir el BULLYING o ACOSO ESCOLAR


Vuelve Septiembre y con ello volvemos al cole y empezamos un nuevo curso que para muchos niños puede ser el primero en su etapa escolar, para otros puede ser el terminar con un ciclo formativo, para algunos es volver con los amigos, reencontrarse con buenos momentos de compartir, aprender y divertirse, pero para otros este nuevo curso será volver al suplicio, al sufrimiento de ser acosados psicológica o físicamente por otros niños,  desde  insultos, burlas, desprecios…( acoso psicológico) hasta la agresión física; los agresores suelen manejar al acosado intimidándolo, dominándolo y utilizando el miedo, el terror, así mantienen la sumisión del niño agredido…es decir, para que se dé el acoso tiene que haber un dominador y un sumiso, vínculo que podemos asociar a muchas situaciones de nuestras vidas….¿los padres y maestros estamos al margen de esto?,
 
De acuerdo a las últimas noticias sucedidas de acosos parece que todos nos debemos involucrar pero no solo cuando ya esté sucediendo sino antes…tenemos que aprender a prevenir estas situaciones, a anticiparnos a ellas con la educación y el aprendizaje emocional, esto es aprender y enseñar “ a saber ponernos en el lugar de los demás”, “ ser capaces de comprender a los otros”, “ saber apoyarse entre unos y otros”, “ reconocer el valor propio” etc…parece que estas habilidades las tenemos ya aprendidas después de miles de años de evolución, y las ponemos en marcha a través del vínculo materno en los primeros años de vida que fomenta este aprendizaje; los expertos dicen que tanto en los acosadores como en las víctimas de agresiones hay una predisposición que viene desde la primera infancia de cero a tres años, suelen ser niños con carencias afectivas que desarrollan una predisposición a la agresividad.
Es decisiva la relación que los niños establezcan con los adultos tanto los padres como otros familiares así como los educadores, personas con las que pasan incluso más tiempo que con los padres…es crucial como esté consolidada esta relación mediante la confianza, mediante muestras afectivas y la ausencia del chantaje emocional, dependiendo de cómo empecemos a relacionarnos los mayores con nuestros niños les daremos las posibilidades mayores o menores de ser víctimas de estos acosos…no olvidemos que dependen de nosotros, y nuestra conducta hacia ellos será definitiva para el desarrollo…
Ante esta alarma psicosocial, pensemos como podemos proponer que sea este año escolar con nuestros niños y cuál va a ser nuestra actitud hacia ellos, tanto en las situaciones divertidas, alegres y llevaderas, como en los conflictos y situaciones más complicadas de resolver..
Planteemos este año como un camino de mejora en nuestras relaciones padres-hijos, educadores-alumnos. Nosotros vamos por delante, ellos nos siguen, seamos un buen ejemplo, y si para ello tenemos que replantearnos ciertas actitudes ante nuestra vida, hagámoslo; empecemos a desarrollarnos los adultos antes que los niños y a detectar nuestras carencias, tratándolas, para que nuestras influencias hacia los niños sean sanas y constructivas.


Patricia Catalá
Orienta psicólogos